05 marzo 2011

PORQUE EL TIGRE ESTA TAN RESENTIDO DEL GATO

Si bien el tigre era grande, fuerte y feroz, la torpeza de sus movimientos eran la risa de la jungla.

“Miren al torpe del tigre.” Se reían el resto de los animales, “Dentro de poco se va a morir de hambre si sigue cazando así.”

El tigre, por supuesto, se sentía muy triste por ambas causas. Hasta que de pronto se acordó de su primo, el gato, que era tan audaz y hábil para atrapar a sus presas.

Asi que fue a su encuentro y le imploró, “Primo, por favor, enséñame todos tus métodos para cazar. Y yo prometo ser tu fiel esclavo durante tres años.” El gato aceptó.

Por ende, el tigre se convirtió en el alumno del gato. Aunque fuesen primos y el tigre el mayor, éste le mostraba el mismo respeto que un alumno a su maestro. Limpiaba la casa, preparaba las comidas, y acompañaba al gato donde fuera que este vaya. Y así fue aprendiendo las lecciones. En no mucho tiempo el tigre se convirtió en el alumno perfecto.

Al principio el gato era un buen maestro. Pero luego, se volvió celoso de su aprendiz, “El tigre maneja perfectamente todos los trucos que le he enseñado. Y si le enseño todo lo que se, me enfrentara y me sobrepasara, ya que es más grande y fuerte que yo.” Por lo que decidió que no le enseñaría su truco especial.

Los tres años de aprendizaje terminaron, a lo que el tigre pregunto, “Bueno, querido primo y profesor gato, ¿He aprendido todo?”

“Todo.” Respondió el gato convincentemente. Así que el tigre agradecido volvió lleno de alegría a su hogar.

Ahora el tigre empezó a cazar por su cuenta, pero pronto se volvió disconforme consigo mismo. Ya que primero, tuvo la oportunidad de atrapar a una cierva, pero esta al ver que estaba en peligro escapó. Luego trato de atrapar a un jabalí y nuevamente volvió a fallar.

“Escóndete bien y sorprende a tu presa.” Fue una de las máximas de su profesor. Pero él se había escondido bien. Sin embargo, ambas presas sabían que estaba ahí y escaparon. Entonces el tigre empezó a pensar y repensar la forma en que se había escondido. Hasta que finalmente se dio cuenta que era el ruido de su cola el que lo delataba ante sus víctimas.

“¡Ese gato mentiroso!” gritó con rabia. “Nunca me enseño como esconder la cola sin hacer ruido.”

Su bronca crecía cuando recordaba cuan silenciosa era la cola del gato cuando este se escondía. Y juró que se comería al gato. Fue hasta su morada, pero claro que el gato no estaba más allí.

Y desde aquel momento, el tigre buscó al gato, quien, sin embargo, por ser tan astuto sigue aún vivo. De hecho el gato no le da a su viejo aprendiz siquiera la satisfacción de saber dónde es que vive.

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